viernes, febrero 16, 2007

Seguridad privada en la FIUBA

AUTORIDADES UNIVERSITARIAS ATACAN AL CENTRO DE ESTUDIANTES E INSTALAN "SEGURIDAD" PRIVADA

Es alarmante la grave situación de la Facultad de Ingeniería. Su Decano Rosito ha instalado una guardia de "seguridad" privada, ha desmantelado los servicios a cargo del Centro de Estudiantes (CEI) y ha dejado a los 41 trabajadores de dichos servicios sin trabajar.

En diciembre del año pasado, en momentos que la Policía rodeaba el Congreso Nacional para elegir a Hallú como Rector de la UBA, en la Facultad de Ingeniería contrató a la empresa de "seguridad" privada ENTHEUS-FIDEI para "custodiar" la facultad. Los vigilantes caminan
por los pasillos de la facultad con botas y palos. Esta empresa dirigida desde el Ministerio del Interior y con vinculación militar cuesta del presupuesto ¿educativo? $300.000 al año.

A principios de este año, el Decano Rosito vació los locales de fotocopiadoras y comedor de Paseo Colón y Las Heras, desmanteló el local de fotocopiadora de Paseo Colón y hasta hoy retiene
indebidamente en su poder los bienes del Centro de Estudiantes de Ingeniería (CEI) necesarios para que funcionen los servicios de comedor, fotocopiadora, librería e imprenta. Estos servicios vienen siendo administrados por el Centro de Estudiantes de Ingeniería (CEI), y el Decano intenta avanzar en la privatización de los mismos.

El "operativo" de vaciamiento y desmantelamiento de los locales fue realizado los días sábado 29 de enero y 4 de febrero, con la facultad cerrada, apelando a un grupo de tareas, que tapó con un trapo la cámara de seguridad del comedor. La "seguridad" privada ENTHEUS-FIDEI fue justamente la que garantizó este operativo.
Así, hoy los 41 trabajadores de los servicios, muchos con decenas de años de antigüedad, en blanco y categorizados según convenios colectivos, han sido dejados en la calle por el decano Rosito. Entre ellos dos embarazadas con licencia, una trabajadora en espera de su jubilación con niños a cargo, y varios padres y madres de familia numerosa y único sostén. Del mismo modo, hoy los estudiantes no tienen garantizado los materiales de estudio para rendir los finales
y mucho menos para comenzar el cuatrimestre.
El Decano Rosito se oponía a otorgar un subsidio que solicitaba el CEI para mantener y aumentar los descuentos y becas para estudiantes de bajos recursos, y para garantizar las condiciones laborales de los 41 trabajadores de los locales de comedor, fotocopiadora, librería e imprenta. Finalmente, el Secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación Dibbern otorgó en diciembre del año pasado un subsidio de 80 mil pesos para pagar parte de los salarios de los trabajadores de los servicios que viene administrando el Centro de Estudiantes (CEI).
Frente a esto el Decano reaccionó con el desmantelamiento de los locales y una campaña de difamación contra el CEI y su conducción. La excusa de Rosito es el atraso en las cargas sociales y acusa al CEI de "posibles delitos".


Volante sobre la seguridad privada:
La verdad es que el Centro de Estudiantes de Ingeniería es el único Centro del país que tiene los trabajadores en blanco y paga cargas sociales. Sino, sería imposible que tuviera deudas con la AFIP. Esta deuda, reconocida hecha pública por el propio Centro de Estudiantes, ha sido generada tras haber mantenido durante 10 años un menú estudiantil a $2,80, multiplicado las becas otorgadas, bajar los precios, mantener descuentos, y luego de cumplir con los aumentos
salariales establecidos según convenios colectivos. El déficit, que se inició en el año 2003, es actualmente 230 mil pesos anuales, cifra irrisoria si se lo compara con el presupuesto de la facultad, o inclusive con el millón y medio de pesos anuales que se gasta en cargos políticos en la Facultad de Ingeniería.

Continuar con los subsidios estatales es la forma de garantizar la estabilidad y condiciones laborales de los 41 trabajadores, y aumentar los descuentos y becas. Los estudiantes no son un mercado (como afirma Rosito), la educación universitaria no es un negocio y deben respetarse los derechos de los trabajadores.
Frente al atropello del decano Rosito la Comisión Directiva del CEI respondió exigiendo la restitución de los locales y todos los bienes del CEI y la continuidad del subsidio para garantizar la continuidad del servicio para los estudiantes y los derechos laborales de los trabajadores.
La solución de fondo a esta situación es la designación de presupuesto para el financiamiento estatal de los servicios, junto con el pase a planta de la facultad de los 41 trabajadores del CEI,
con un cogobierno en la administración con mayoría estudiantil.
Exigimos el inmediato retiro de la seguridad privada de las instalaciones de la facultad.

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